Ya estamos casi a mitad de febrero, lo que quiere decir que en unos días será San Valentín. Como hacía días que quería incluir la receta del Brownie, he pensado en hacerlo en raciones individuales y con forma de corazón. También he creído apropiado ponerle unas natillas ligeras y con sabor a vainilla, porque los americanos suelen acompañarlo con helado de vainilla. Dicho todo esto, paso a explicaros la receta.
Ingredientes para el Brownie:
-200gr. de mantequilla
-4 huevos grandes
-1 tableta de chocolate negro
-150 gr. de harina
-1/2 sobre de levadura en polvo
-3 cucharaditas de leche
Ingredientes para las natillas:
-1/2 litro de leche
-3 cucharadas soperas de azúcar
-20 gr. de maizena
-3 yemas de huevo
-1 cucharada de vainilla en polvo
-corteza de limón
Elaboración:
Comenzamos preparando el brownie. Lo primero que tenemos que hacer es derretir un poco la mantequilla. En un bol mediano pondremos los huevos y lo batimos, le añadimos el azúcar moreno, la harina con la levadura y le añadimos la mantequilla derretida.
Por otro lado derretimos el chocolate añadiendo las tres cucharaditas de leche en el microondas, con mucho cuidado para que no se queme. Añadimos el chocolate al bol y mezclamos muy bien.
Preparamos el molde con un papel vegetal o untamos con un poco de mantequilla. También lo podemos poner en moldes de magdalena si nos apetece. Precalentamos el horno e introducimos el brownie a 180ºC unos 30-40 minutos, depende del tamaño del molde. Para saber si ya está pinchamos y vemos que sale limpio, pero esto nunca antes de 30 minutos, sino el bizcocho se nos undirá.
Ahora vamos con la preparación de las natillas. Para ello pondremos en un cazo la leche a calentar, toda menos un poco que vamos a necesitar para mezclar las yemas y la maizena. En la leche que ponemos al fuego, añadimos la corteza de limón, el azucar y la vainilla en polvo, si tienes vainilla entera la puedes utilizar perfectamente. Por otro lado, mientras se calienta la leche, en otro cazo más pequeño o en un bol ponemos el resto de la leche con las yemas y la maizena, y lo desacemos muy bien, para que no nos queden grumos. Cuando la leche esté casi hirviendo, le añadimos la mezcla con las yemas y la maizena, y removemos. Verás que comienza a espesar inmediatamente, ya lo tenemos.
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